CONCLUSIÓN

 A través de la educación y la información es como
aprendemos a cuidar la salud. Los hábitos saludables y la prevención de enfermedades son tan importantes como buscar atención médica cuando se está enfermo. Los adultos mayores enfrentan muchos riesgos que deben conocer para proteger y mejorar su salud. 

Debilidad muscular, falta de equilibrio, disminución de los reflejos, visión borrosa, menor audición y rigidez en las articulaciones son algunas de las características del proceso natural de envejecimiento. Por ello, el cuidado de los adultos mayores requiere de atención y responsabilidad. En muchos casos, se suman los problemas físicos y enfermedades crónicas  y otras que requieren de mayor atención en las personas de la tercera edad.


“Se envejece como se vive”, dice el gerontólogo Nelson Mostajo. “Los cambios por el envejecimiento corresponden al desgaste de todos nuestros sistemas, pero estos cambios se darán en mayor o menor medida según como hemos vivido nuestra edad adulta en relación a nuestros hábitos saludables o perjudiciales (alcohol, tabaco, mala alimentación, poco ejercicio)”, explica el experto.


Los Adultos mayores deben incluir actividades de estiramiento y equilibrio como parte de su actividad física semanal. Hacer actividades físicas multicomponentes puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones debido a caídas y mejorar el funcionamiento físico.

Muchas personas quieren y necesitan tener una relación cercana con los demás a medida que envejecen. Para algunas personas, esto incluye el deseo de continuar una vida sexual activa y satisfactoria. Con el envejecimiento, eso puede significar adaptar la actividad sexual para amoldarse a los cambios físicos, de salud y de otro tipo.


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